Final dramático

Cuando vas al cine y te metes a ver una película en la que no hay ninguna estrella palomera, y sales con la sonrisa de oreja a oreja porque la historia resultó ser original, las actuaciones intensas y el desenlace inesperado... uno siente que el dinero que gastó fue doblemente aprovechado.
Estimados, precisamente esto ha pasado con la actual Liguilla del futbol mexicano, que inició sin los equipos más populares, y que hasta el momento ha sido emocionante, por varios lapsos bien jugada, y con elementos inesperados que le han dado un giro repentino a la monotonía de la fase regular.
Sí, salió Pachuca vs. Pumas para la Final, pero Indios y Puebla la vendieron cariiiísima. Estos dos gallos se aprovecharon de dos cosas: después de la histeria colectiva tras librar el descenso, salieron flojitos a jugar la Liguilla como si fuera un amistoso en el X-Box. Y tan libres anduvieron que por poco se cuelan para armar la Final que, de haberse concretado, hubiera sido la de menor perfil en la historia de nuestra sacrosanta Liga. Mucho influyó este espíritu de "débiles" con el que llegaron, y que robó varios kilos de cariño pasajero de parte de toooodos los aficionados que vieron a su equipo real quedarse en la orilla de la Fiesta.
Ahora se viene un duelo sabrosísimo por varios factores:
- Pachuca y Pumas tienen cinco títulos cada uno. El que gane dejará el montón y se acercará a la élite del futbol mexicano.
- De a tiro por viaje, el Tuzo se surte a los Pumas cada que se mete a CU. En respuesta, la Rebel se pone pantera y arma un desgarriate cada que visita el Hidalgo.
- Pachuca le ha ganado Finales de Liga a América y Cruz Azul, y de Concacaf a Chivas. Así, Pumas es el último para salvar el honor de los famosos.
- Hay que ver si el Tuca, conocido por llevar de maravilla a sus equipos hasta que el momento de la verdad se le planta en frente, tiene la capacidad para cotizarse como un ganador sin comillas.
Con todo esto, esperemos que la Final sea un buen duelo de valientes y no un pastelazo de película de Capulina. Porque de esos, ya tuvimos suficientes.