martes, 19 de mayo de 2009

Benedetti y el futbol por Héctor Huerta

La muerte de Mario Orlando Hamlet Hardy Brenno Benedetti Farugia, o mejor dicho para sus millones de lectores y admiradores en el mundo, Mario Benedetti, ha merecido en las últimas horas innumerables reconocimientos en el mundo intelectual y literario, pero extrañamente, también en el mundo del fútbol.
Y es que el maestro Benedetti hizo su aportación no sólo a los Cuentos de Valdano con "El Césped", sino que también dejó los cuentos "Puntero Izquierdo" y "Cambalache", además de la poesía dedicada a Diego Armando Maradona "Hoy Tu Tiempo Es Real".
En innumerables entrevistas, el poeta uruguayo dejó constancia de su amor por el fútbol, que, paradójicamente, nació tras un gran dolor: "Mi primera aventura futbolística fue cuando yo tenía unos 18 años y jugaba de golero (portero) en el cuadro del barrio; entonces una vez cobraron penal y me lo tiraron. La pelota me pegó en la barriga y estuve desmayado un rato largo".
Otro golpe, pero de Estado en su país, propició su exilio voluntario de muchos años. El poeta vivió largos años en Argentina, Perú, Cuba y España.
De sus obras más famosas, "La Tregua" fue llevada al cine y hasta alcanzó una nominación para el Óscar en Hollywood, en 1974.
En una entrevista con Juan Cruz, de El País Semanal, reproducido en un Especial de Página 12, el 17 de septiembre de 2006, Benedetti recuerda con nostalgia que a los uruguayos "nos hizo mucho bien el fútbol" porque "fuimos campeones olímpicos de fútbol en los años veinte, en 1924 y en 1928, y en 1950 le ganamos a Brasil la final de la Copa del Mundo en el Maracaná. Gracias al fútbol nos conocieron en el mundo.
Cuando ganamos las Olimpíadas, en París, la gente no podía creer que un país tan chiquito, que casi no estaba en los mapas, saliera campeón. Cuando ganamos en 1924, me acuerdo que estábamos en Tacuarembó, y mi padre escuchaba una radio española con unos auriculares que no sé de dónde se sacó. En 1928, ya en Montevideo, seguíamos los resultados en la plaza Libertad, a través de unas pizarras. Uruguay jugaba la final, con Italia, y bajaban los cartelones: 'Uruguay cede corner, Italia cobra off side'. ¡Uruguay ganó 3-2!".
Esos acontecimientos lo marcaron porque "el fútbol hizo feliz a Uruguay, le dio importancia, personalidad. Que un país tan chico tuviera cuatro títulos mundiales era una cosa increíble. Y lo del Maracaná ya fue el colmo".
En otra entrevista, que quedó plasmada en el documental "Ojos rojos", realizaba por los chilenos Sebastián Kohan, Juan Pablo Sallato, Juan Ignacio Sabatini e Ismael Larraín, el poema se remontó hasta el primer título olímpico de Uruguay:
"Ah sí, mi padre me llevó para el estadio y no pudimos entrar porque estaba todo agotado y entonces fuimos a un café de la Avenida 18 de Julio y lo oíamos por la radio, porque en aquella época no existía la televisión".
Y luego presenció el "Maracanazo", un capítulo imprescindible en la historia del mundo: "A todos los campeones de Maracaná yo los vi. Los vi cuando vinieron de regreso, ¿no? Yo fui a la Rambla y allí venían, y había una muchedumbre para recibirlos. La verdad es que en la época de Maracaná había un muy buen nivel de fútbol acá".
Luego explicó cómo fueron cambiando los tiempos en el fútbol: "Empezó a tener importancia la plata, empezaron a comprar jugadores y a los mejores que había se los llevaron. Eso hizo decaer mucho al fútbol uruguayo. Y bueno, yo fui al fútbol a ver los partidos hasta que llegó un momento en que la violencia era tan tremenda que no me quise arriesgar más, ¿no? Las barras bravas, esas famosas".
Y añade sobre estos nuevos tiempos del fútbol: "Me gustaba más el de antes. Era un juego más limpio, ¿no? No había tanto castigo entre los jugadores ni trompadas. Sobre todo, no existían las barras bravas que han distorsionado el deporte completamente, y además con dos influencias terribles: una, la droga; y otra, la plata. A mí no me gusta ese estilo de fútbol que hay ahora. Antes había en las canchas un juego más limpio. Ahora un jugador le hace un pase a otro y en el medio aparece otro con una patada. En el fútbol de ahora hay cosas que lo perjudican mucho como hay ofertas para todos. Se ha convertido en un negocio, por un lado, y por otro en un vicio".
A este respecto, el entrenador Ángel Cappa, quien realiza actualmente un trabajo sorprendente con el modesto Huracán en Argentina, hizo referencia al maestro Benedetti: "Sin duda algo ha pasado en la humanidad para que se empecinen en aplastar los sentimientos pase lo que pase y caiga quien caiga.
Un artículo periodístico de Mario Benedetti, escrito hace pocos años, nos puede aclarar en parte la sospecha: «La violencia como abrumadora propuesta de los medios audiovisuales; la desaforada obsesión del consumismo y la inescrupulosa persecución del sacrosanto Estado; el fundamentalismo del confort; la plaga universal de la corrupción; la represión legal, y la otra, la autorizada; la antigua brecha hoy convertida en profundo abismo, entre los acaudalados y menesterosos; todo ello conforma un azote colectivo que castiga las emociones, cuando no las expulsa, las exilia». Efectivamente, el fútbol como espectáculo se refiere directamente a las emociones, «castigadas, cuando no expulsadas», como dice Benedetti, también del fútbol. Ellos pretenden arrancar el espectáculo del fútbol, con los dientes si es preciso, convencidos de que de ese modo llegarán a la victoria".
En su libro de cuentos, Jorge Valdano le hace un reconocimiento: "Si Mario Benedetti se anima a arbitrar, tiene dos equipos enteros que patearán para el mismo lado porque no fueron convocados para jugar al fútbol sino con el fútbol".
Admirador del arte de Maradona, Mario Bedenetti le dedicó un poema:
"Hoy tu tiempo es real, nadie lo inventa
Y aunque otros olviden tus festejos
Las noches sin amos quedaron lejos
Y lejos el pesar que desalienta.

"Tu edad de otras edades se alimenta
No importa lo que digan los espejos
Tus ojos todavía no están viejos
Y miran, sin mirar, más de la cuenta.

"Tu esperanza ya sabe su tamaño
Y por eso no habrá quien la destruya
Ya no te sentirás solo ni extraño.

"Vida tuya tendrás y muerte tuya
Ha pasado otro año, y otro año
Les has ganado a tus sombras, aleluya".

Las cosas más bellas que se han escrito sobre el fútbol salieron del talento del poeta Benedetti. Los lectores del fútbol tendremos que decirle en el adiós:
"Gracias por el fuego... por su fuego".

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