sábado, 11 de abril de 2009

Recuerdos de Nick Adenhart por Orel Hershiser

Cuando escuché sobre la muerte de Nick Adenhart el jueves, mi mente regresó a 1993, cuando Tim Crews y Steve Olin murieron en un accidente de botes durante el entrenamiento primaveral.
Tim había sido mi compañero de equipo la temporada previa en los Dodgers, Naturalmente, el equipo y yo estábamos aturdidos y profundamente tristes en ese momento. Todavía lo estamos. Me imagino todo lo que la familia, amigos y compañeros de Nick Adenhart están pasando con emociones similares ahora mismo.
En cualquier momento que suceden cosas como esta, golpea la fraternidad de béisbol bien fuerte, y sospecho que las casas club en todo el béisbol eran lugares sombríos el jueves en la noche. Perdieron a uno de los suyos.
La casa club de los Angelinos tendrá un sentimiento fuerte en las próximas semanas y meses. Los recuerdos de Adenhart sin duda saldrán a flote cuando menos se esperan. Podría ser el tiempo que pasaron levantando pesos, corriendo en los bosques durante las calistenias de los lanzadores o en una comida de equipo en la carretera, o cuando de momento no esté en el asiento de costumbre en el autobús. Usted lleva eso consigo, y no quiere echarlo a un lado.
Pero de alguna manera, no trata de no pensar en eso porque quiere dar lo mejor de sí en el terreno de juego por su equipo. De igual manera que cualquier persona en algún lugar ha perdido a alguien a quien quiere, cuando lo trata de poner fuera de su mente, no puede menos que sentir que le está dando la espalda a esa persona.
Sentimientos de pérdida y de luto son universales. La mayoría de nosotros los seres humanos, seamos jugadores de Grandes Ligas o no, hemos lidiado con esto en algún momento en nuestras vidas. Una manera positiva de render tributo a la memoria de un compañero de equipo es seguir funcionando de la manera que él o ella lo habrían querido. Adenhart era reconocido por su competitividad en el terreno y su naturaleza sin complicaciones fuera de éste. El era persona de dar el todo en el terreno para vencer a su oponente.
Era un hombre tan joven, pero llegó a las Grandes Ligas, el sueño de todo jugador y sobresalió en el más alto nivel del deporte unas horas antes de perder la vida. Tenía que ser una de las más grandes noches de una joven carrera que terminó demasiado temprano y por todas las razones equivocadas. Sin embargo, si este equipo puede jugar de la manera que lo hizo Adenhart, esa podría ser la manera perfecta de llevar a los Angelinos por este tiempo tortuoso.

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