miércoles, 15 de abril de 2009

De Jackie Robinson a Barack Obama por Pedro Zayas

El béisbol es un juego de números y en este deporte no hay un número más importante que el No. 42. La cifra ya ha sido retirada en todos los estadios de las mayores y jamás será superada, ni por los 73 jonrones de Barry Bonds ni por los cientos de millones de dólares cobrados por Alex Rodríguez.
Hoy todos los jugadores de Grandes Ligas, los caribeños, los afroamericanos, los anglosajones -- los de todos los colores -- rendirán tributo a Jackie Robinson colocándose el No. 42 en sus espaldas.
Aquel 15 de abril de 1947, Jackie Robinson cruzó las líneas blancas del Ebbets Field ante una asistencia de 26.623 aficionados para enfrentar a los Bravos de Boston.
Nadie sabía que Jackie Robinson se robaría el plato en 19 ocasiones antes de culminar su carrera de 10 años con los Dodgers de Brooklyn, o que sería el Novato del Año en esa temporada y Jugador Más Valioso dos años después (1949).
Todos sabían que era el inicio (o tal vez el fin) de una era. La tensión en el aire debió ser asfixiante para muchos; y por razones contradictorias. Unos pocos a favor de permitir que un pelotero "de raza negra" jugara en las mayores. Otros muchos encolerizados por lo que consideraron un reto a "la supremacía de la raza blanca".
Jackie Robinson no jugaba sólo para acumular estadísticas bajo el No. 42. Con o sin querer, una década antes de la encrucijada de Rosa Parks, a sus 28 años de edad Jackie Robinson jugaba en contra de la historia y a favor del futuro del deporte y de la conciencia de toda una nación.
Lo mismo ya había sucedido en la música con figuras como Louis Armstrong y Benny Goodman. Mientras Armstrong cautivó al mundo con su dulce trompeta en los años de 1920, en 1935 el judío Goodman incorporaba al pianista afroamericano Teddy Wilson a su trío de Jazz junto a Gene Krupa, quebrando las leyes de segregación y las mentalidades racistas.
A Jackie Robinson le siguió la gran afrenta del autobús de Rosa Parks, las marchas inspiradoras de Martin Luther King Jr. y hasta los fogosos reclamos de Malcolm X, César Chávez y los Young Lords.
Este es el primer 15 de abril en que la nación que celebra los grandes logros de Jackie Robinson también cuenta con un presidente "no blanco". Tardamos 62 años para llegar de Jackie Robinson a Barack Obama, pero valió la pena.
Y faltan muchas luchas todavía por conquistar en pro de una mejor sociedad global. En Estados Unidos y en el mundo entero, hoy todos somos Jackie Robinson, todos llevamos el No. 42, aunque todavía hay algunos que preferirían olvidarlo.

1 comentario:

Héctor dijo...

Plagiador...di de donde sacaste este escrito....dice Pedro Zayas, pero no dices que el escrito salio originalmente en ESPNdeportes.com....

Pillo, asi cualquiera tiene un blog