sábado, 21 de marzo de 2009

Golazo de Darwin y Santos toma ventaja

“Por suerte todavía aparece en las canchas, aunque sea muy de vez en cuando, algún descarado carasucia que se sale del libreto y comete el disparate de gambetear a todo el equipo rival, y al juez, y al público de las tribunas, por el puro goce del cuerpo que se lanza a la prohibida aventura de la libertad”. Eduardo Galeano.

En medio de una buena entrada, Santos Laguna se impuso en el juego de ida de semifinal en la Concacaf Liga Campeones por marcador de 2-1 con una gran actuación del
"Científico del Gol" Carlos Darwin Quintero, quien se despachó con dos goles, el último de ellos, un verdadero golazo de crack.
Santos saltaba a la cancha, nuevamente con 3 delanteros, 3 medios y 4 defensas, e inició bien, a tambor batiente, sin embargo, el Atlante es un buen equipo y se empezó a poner al tú por tú regalandonos un buen juego en la cancha del Corona.
Apenas al minuto 5 y Santos se fue arriba gracias a un certero centro que recibe Darwin y sin miramientos fusiló al ahora flamante seleccionado argentino Federico Vilar, para el 1-0, a partir de ahí, nuevamente vimos a ese Santos que tememos, pues de ese momento, Atlante empezó a controlar mejor las acciones, tenía y retenía el balón, Vuoso se desesperaba con las marcaciones y Benítez sinceramente a veces se nos pierde, y nadie sabe para donde se va durante el juego, sigue descanchado, sin embargo debemos reconocer que sigue siendo un peligro latente para las defensas contrarias.
En el minuto 34 en un centro medido, Pereyra cabecea y coloca el balón en donde sólo podía hacerle daño a Oswaldo, cruzándolo para un bello pero doloroso gol.
Así se irían al descanso, en medio de un fuego azulgrana que dominaba el balon a placer.
Para la segunda mitad, Guzmán hace lo lógico, saca a Vuoso que andaba perdido en el campo, reclamando demasiado, desesperado y mete al ahora motor del equipo, "el Lorito" Jiménez quien empiezó a tratar de recobrar el medio campo que ya se había perdido.
En el ambiente se sentía el temor por otro resultado no favorable al equipo sin embargo, al minuto 64, Pereyra manda fogonazo que Oswaldo saca dando el aviso a sus compañeros de que lo que se debe poner.
Carlos Darwin toma un balon a media cancha, se quita a dos defensas, levanta la mirada, bombea el balón y mete uno de esos goles de antología, que cualquier futbolista en el mundo lo firmaría.

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