viernes, 20 de marzo de 2009

Motín por el botín por Emilio Fernando Alonso

Desde hace tiempo la Selección Nacional, se ha convertido en el producto más rentable de la Federación Mexicana de Futbol y hay mucho dinero por diferentes conceptos alrededor del equipo tricolor, por eso, no es extraño que desde hace rato, aun antes de la salida de Guillermo Cantú como máximo responsable de la Dirección de Selecciones Nacionales, los diferentes clanes de nuestro balompié se hayan comenzado a mover buscando hacerse del control de los representativos nacionales.
¿Cree usted acaso que las declaraciones subidas de tono de personas reconocidas en nuestro medio futbolístico son gratuitas? Por supuesto que no. Así como tampoco la renuncia de Miguel Ángel Couchonal al Comité, por estar supuestamente en desacuerdo con la manera en que se han estado llevando las cosas referentes a las Selecciones Nacionales.
Pero la gente de Alejandro Burillo, quien ya tiene su candidato a ocupar ese puesto vacante en la persona de José Antonio García o los allegados a Jesús Martínez, que quieren colocar ahí al profesor Andrés Fassi, no son los únicos grupos de poder que se mueven cual buenos políticos mexicanos, buscando un consenso para lograr su objetivo, que no es otro que quedarse con el rico botín que representa manejar los representativos nacionales.
No, claro que no, también Jorge Vergara, miembro del Comité de dueños, hace su cabildeo tratando de colocar ahí a su hombre de confianza, Néstor de la Torre, mientras que otro miembro de la tan estimada y futbolera familia tapatía, Eduardo, es el candidato de la familia Álvarez Cuevas, jefes del Cruz Azul, para tener el control del futbol azteca y créame que las patadas y entradas rudas, son más fuertes que en un juego eliminatorio de la Concacaf, pues por supuesto que la gente del América ya tiene listos como candidatos a dos miembros de su tribu, Javier Pérez Teuffer y Ricardo Peláez.
Y ¿Qué saca de bueno el futbol mexicano con esta evidente división? Nada, sólo demostrar que los intereses económicos y de poder siguen estando por encima de lo deportivo y eso es una pena, una verdadera pena.

No hay comentarios: