miércoles, 11 de marzo de 2009

El futbol que tenemos: un círculo vicioso

“¿Hay algo más melancólico que una tribuna vacía después del partido o un auditorio sin oyentes después de Gustav Mahler”. Jorge Valdano.

Los fracasos de los representativos tricolores, también tienen que ver con la falta de exigencia de parte de la afición mexicana. Mientras los fanáticos le sigan llenando el estadio, reporten altos ratings de televisión y consuman los artículos de la mediocre selección mexicana, sus federativos seguirán hinchándose los bolsillos de dólares y permanecerán en sus puestos.
Está visto que el presidente de la Federación Mexicana, Justino Compeán, y sus compinches no tienen vergüenza y no renunciarán por fracasos deportivos. Los dueños tampoco los despedirán a menos que trastoquen su máximo tesoro: el dinero.
Es ahí donde la afición debería hacer su parte, donde podría pegarles y remover las conciencias, en el dinero que ganan.
Apenas este martes México fue eliminado del Mundial Sub20 y hoy, las televisoras mexicanas promocionan el intrascendente partido amistoso de México contra Bolivia como si fuera la final de la Copa del Mundo. Venden un producto mancillado, vacío y mediocre y la gente lo compra.
La gente lo compra al llenar el estadio cada que el Tri visita la Unión Americana y cada que sintoniza por televisión el encuentro.
Mientras los fanáticos no demuestren su desacuerdo con el pobre nivel de México al dejar de consumirlo como producto, las cosas no cambiarán mucho a nivel directivo, pues el éxito de la Federación se mide en la cantidad de dólares que entran a sus arcas.

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