martes, 15 de julio de 2008

Un ranger se luce en NY... pero gana un canadiense

“La victoria pertenece al más perseverante“. Napoleón Bonaparte.

Se realizó el Home Run Derby o mejor dicho en castellano el Festival de Cuadrangulares en el Yankee Stadium, donde hubo un total ambiente de fiesta entre los aficionados.
Justin Morneau, de los Mellizos de Minnesota, superó sorpresivamente 5-3 en la final a Josh Hamilton, de los Rangers de Texas.
Es un orgullo haber sido parte de este evento, pero la noticia es Hamilton", dijo Morneau en conferencia de prensa. "De aquí a unos años, ustedes recordarán los jonrones de Hamilton y no el hecho de que tuve la suerte de coronarme en el Festival de Jonrones".
Quizá no fue el duelo tan renombrado, al ausentarse los jonroneros como Ryan Howard de los Phillies de Philadelphia, Alex Rodríguez de los Yankees, Jason Giambia de los Yankees, Vladimir Guerrero, Manny Ramírez y David Ortiz de los Medias Rojas de Boston. Pero sin duda será recordado por el nuevo récord impuesto por el jardinero Hamilton de 28 cuadrangulares en la primera ronda del duelo.
El batazo más largo de Hamilton recorrió 518 pies y en una ocasión golpeó una pelota contra una gigantesca valla entre los jardines central y derecho, justamente debajo de las famosas cornisas que adornan el legendario Yankee Stadium.
"Fue increíble", dijo Hamilton después del Festival de Jonrones. "De niño jugaba en el patio de mi casa, haciéndome que estaba en el Yankee Stadium, y ahora hacer esto y ver cómo reaccionó el público, ante mi familia, es lo mejor que pude haber pedido."
Sin duda, un sueño hecho realidad y además cabe resaltar que Hamilton ha inspirado a muchos en esta temporada al haber superado la adicción a las drogas y el alcohol.
Pero su abuela –ay, ¿qué sería del mundo sin las abuelas?- lo recogió y le dio un regaño con la severidad y el amor que sólo las abuelas saben dar, para rescatarlo de la cloaca en que había caído.
Luego de pasar por programas de desintoxicación, Hamilton se dio a sí mismo una segunda oportunidad y prontamente su talento resurgió, convirtiéndose, más que en una estrella del béisbol, en un mensajero de esperanza para muchos jóvenes atrapados en las mismas redes en las que estuvo en toletero de los Rangers.
Ya lo dice el dicho: "el que persevera, alcanza".

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