viernes, 11 de julio de 2008

Futbol y la globalización

"Argumentar en contra de la globalización es como argumentar en contra de la ley de gravedad." Kofi Annan.

La llegada del entrenador sueco Sven Goran Eriksson a la Selección Mexicana de Futbol ha estado llena de controversia, que si no habla español, que si cobra mucho (cabe destacar que sus antecesores también lo hicieron), que si es malinchismo contra los técnicos nacionales.
Es cierto, Eriksson cuenta con una buena selección de México. Tiene buenos porteros con Guillermo Ochoa y Oswaldo Sánchez; buena defensa con Salcido y Márquez; cuenta con un muy buen medio campo pues está Arce y el mismo internacional Guardado, Pardo, Giovani, Nery Castillo, y adelante elementos prometedores como Vela y Omar Bravo.
Sí, hay jugadores interesantes y hoy como nunca en la historia jugadores que militan en el viejo continente, además de algunos campeones del mundo en sub 17 hace 3 años, pero sin embargo eso no indica que la clasificación al Mundial 2010 está asegurada. Pero tampoco debe sufrir tanto para lograr su lugar.
Según los estudiosos del fútbol, los países pequeños están jugando cada vez mejor, y dándole más trabajo a las grandes potencias futbolísticas. Hace algunas décadas, no era inusual que los seleccionados europeos y sudamericanos le ganaran por goleadas de ocho goles a los equipos caribeños, africanos, o asiáticos. En la Copa Mundial de 1982, Hungría llegó a ganarle a El Salvador por 10 a 0.
Si el Tricolor avanza a cuartos de final en Sudáfrica sería maravilloso, porque ahí encontrarán equipos y jugadores realmente muy buenos. Pero cabe aclarar que no creo que le alcance para más.
Los equipos pequeños están jugando bien”, señala Franklin Foer, el autor del libro Cómo el fútbol explica el mundo, que salió hace un año en Estados Unidos. “La globalización ha ayudado a que la competencia sea más equitativa”.
Sin duda, el futbol se ha consolidado como una de las industrias más globalizadas. Hace un par de décadas los equipos europeos sólo podían contratar a un número muy limitado comparado con lo de la actualidad, por lo general eran dos por conjunto.
Pero en 1995, un jugador belga llamado Jean-Marc Bosman presentó una demanda contra la Federación Francesa de fútbol, exigiendo que lo dejaran jugar en Francia. El caso fue a la Corte Europea de Justicia, y Bosman ganó. Según Branko Milanovic, un economista del Banco Mundial especializado en pobreza y autor del reciente ensayo, Globalización y goles: acaso el fútbol muestra el camino, el juicio de Bosman cambió la historia del fútbol. Tras el fallo de la corte europea en el sentido de que los clubes franceses estaban violando el derecho a la libre movilidad de trabajo consagrada por la Unión Europea, los equipos de fútbol europeos comenzaron a contratar a cada vez más extranjeros.
El lado negativo de la globalización en el futbol es que los precios de los mejores futbolistas ha subido tanto, que los clubes más pequeños de los países más pobres no pueden comprarlos.
Mi opinión: estoy de acuerdo. Aunque tiene sus problemas, la globalización del futbol le está permitiendo a los países pequeños vender a sus jugadores a precios internacionales, recaudar más dinero, tener más fondos para buscar nuevos talentos, y fortalecerse.Y a nivel internacional, no hay duda de que tener a sus futbolistas jugando en las grandes ligas europeas le permite a los países pequeños ser mucho más competitivos en las copas mundiales.
Sin duda, debemos dejar atrás el aislacionismo con la llegada del sueco Eriksson y para muestra bastan el ejemplo de dos selecciones que no se caracterizan por ser muy globalizados pero ahora ya se han abierto a la globalización futbolera: Inglaterra dirigida por un técnico italiano (Fabio Capello) y Rusia bajo el mando del holandés trotamundos Guus Hiddink -además de que su vestimenta es de la marca ícono deportivo estadounidense y capitalista Nike- y como dicen los chinos: "no importa de qué color es el gato, con tal de que cace ratones".

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