La generación que no sirve

Independientemente de la victoria de México sobre Costa Rica, ha quedado patente una vez más que vivimos la época de la generación rota de la selección mexicana. Darse cuenta de esto ha costado muchos sinsabores para su afición, pero cada vez es más patente.
Después de tres años de fracasos, malas decisiones y un desfilar de entrenadores al frente del Tri, queda claro que la época de oro se vivió en los noventas y que en un proceso normal México renovó su generación, pero encontró una camada de futbolistas que no sirve.
Es tan evidente esta realidad, que Cuauhtémoc Blanco, miembro de las grandes épocas de la selección verde, brilla como el oro alrededor de elementos como: Miguel Sabah, Johny Magallón, Efraín Juárez, Giovani Dos Santos, Carlos Vela o Alberto Medina.
Y esta crisis de valores dignos de jugar en la selección azteca no pasa sólo por la calidad de sus jugadores, también por su carácter. Hay que repasar la escena del penal fallado ante los ticos: Nadie peleaba por tirar, discretos acercamientos a la pelota y el tiro fue una simple caricatura.
Ha sido muy difícil de percibir esta curva descendente en los jugadores de México por los periodistas resultadistas que no ven más allá del marcador: Un día los verdes son lo mejores por ganarle en penales y sufriendo a Costa Rica, otro son los peores por perder ante un rival del mismo nivel.
México puede ser campeón de la Copa Oro, México tal vez consiga su boleto al Mundial, pero el que no entienda que esta generación de jugadores está podrida y está a años luz de nombres como Alberto García Aspe, Luis Hernández, Ignacio Ambriz, etc, simplemente no quiere ver.