Aguirre, de la patada por Roberto Velázquez

Los menores de 35 años fuimos la generación afortunada de la selección nacional. Nos tocaron 13 años extraordinarios que arrancaron en la Copa América de 1993 con una Final inesperada contra Argentina. Siguieron con una decorosa eliminación en penales en el Mundial de Estados Unidos. Entonces, la gran queja fue que el técnico debió hacer mejores cambios. Vino la Copa del Mundo de Francia donde se le dio pelea a Alemania en octavos de final. Luego, Corea-Japón con la calificación a segunda ronda en primer lugar de grupo seguida de una triste eliminación contra EU. En el último Mundial, la poderosa Argentina tuvo que sufrir en tiempo extra para ganarnos. Además, hubo triunfos contundentes en la Copa Oro, el título de la Confederaciones, la esperanza del Campeonato Sub 17, buenas participaciones en Copa América. En fin, la selección nacional pasó de ser un producto apestado, a una máquina de dinero.
Nuestros abuelos vivieron las desastrosas participaciones en los primeros Mundiales; nuestros padres, las patéticas exhibiciones de los setenta con eliminaciones en premundiales y goleadas en Copas del Mundo. Ahora nos toca ver un México-Panamá de pena ajena, de impotencia en el que hasta el técnico Javier Aguirre le dio una patada a un rival y salió expulsado. Nos tocan nuestros años de mal futbol.