domingo, 7 de junio de 2009

Federer, un terrícola de los mejores por Eduardo Varela

Roger Federer lo logró, ya puede ser nombrado campeón de Roland Garros.
Nadie, absolutamente nadie puede dudar de su lugar en la historia, es el mejor de todos los tiempos, para mi ya lo era aun sin haber ganado la corona en París.
Comparte el récord de todos los tiempos de 14 títulos de Grand Slam con Pete Sampras, es el 6to jugador en completar la serie de los cuatro grandes en su carrera y junto con Andre Agassi son los únicos en ganarlos en cuatro superficies distintas.
Pero siendo más específicos, mas que su triunfo de hoy, su curriculum nos dice algo mas, algo que por mas obvio que es no entiendo por que nadie lo ha dicho.
¿Qué tan bueno es Federer en arcilla? ¿Está a la altura de los más grandes en tierra batida?
A simple vista la respuesta pudiera ser extraña para algunos. Rafael Nadal, Bjorn Borg, Mats Wilander, Ivan Lendl y Gustavo Kuerten son los maestros del polvo de ladrillo, eso no está en disputa y antes de juzgar está hipótesis como un sacrilegio a los dioses de la arcilla, analicemos sus logros.
Ocho de las 10 finales de eventos de Master 1000 (Montecarlo, Roma y Hamburgo) así como Roland Garros las perdió con Rafael Nadal, tal vez el mejor arcillista de la historia. Recuerden que entre el 2005 y 2008 Federer sólo cayó ante el matador en la Phillipe Chatrier.
Algo similar le pasó a Guillermo Vilas en 1977 cuando tuvo la mejor actuación de un jugador en la historia en el resbaladizo piso, 13 de los 16 títulos que obtuvo ese año fueron sobre polvo de ladrillo (incluidos RG y el Abierto de EUA, con ello es el único en ganar en el mismo año dos mangas del Grand Slam sobre arcilla, de 1975 a 1977 en Forest Hills se cambió de pasto a polvo de ladrillo y desde 1978 se juega en canchas duras). Su punto débil ese histórico año fue perder las tres veces que se enfrentó a Bjorn Borg y dos fueron en tierra batida, Montecarlo así como en Niza y pese a esta sombra nadie duda de su enorme calidad en la superficie.
En la gráfica de comparaciones se ganaron su lugar sólo los mejores años en arcilla, únicamente cuentan los años en donde el jugador fue plenamente dominante, el criterio para ser tomado en cuenta como un buen año es haber alcanzado por lo menos los cuartos de final en tres de los cuatro eventos del Grand Slam Rojo. Por eso hay varios años en donde un campeón de Roland Garros como por ejemplo Andrés Gómez en 1990, que además llegó a las semifinales de Roma pero no figuró entre los últimos ocho en los eventos mencionados. Igualmente jugadores de la talla de Jim Courier y Carlos Moyá no tuvieron una temporada tan plena y por eso no aparecen. Los casos de Borg y Lendl son especiales, sus calendarios no eran tan cargados en esta superficie, y aunque ganaban con mucha regularidad no les alcanzó mas que para una temporada. Los otros números a la derecha, indican la cantidad de torneos sobre arcilla en donde compitieron y como les fue. Algo similar ocurrió con Andre Agassi, jugaba poco en arcilla, pero cuando lo hacía era dominante, prueba de ello son sus 9 apariciones en cuartos de final en RG, que es la marca de todos los tiempos.
Como la tabla muestra, desde el 2005 a la fecha, Federer tiene mejores resultados que grandes arcillistas como Sergi Bruguera, Carlos Moya y Juan Carlos Ferrero por citar sólo algunos, sus logros hablan por si solos y merece ser considerado entre los Top 10 en la era abierta sobre polvo de ladrillo.
Cuatro finales consecutivas en Roland Garros, sólo René Lacoste, Bjorn Borg, Rafael Nadal y Roger Federer lo lograron y junto con el propio Lacoste, Henri Cochet y Eric Sturgess son los únicos en llegar por los menos a 5 semifinales consecutivas en el Abierto Francés.
Siempre he creído que la cantidad no es mejor que la calidad, habrá quienes tengan más títulos o más victorias, pero la contundencia de Federer en la tierra roja es digna de elogios y pocos la superan.
Mis mejores 10 en polvo de ladrillo -era abierta- son: Nadal, Borg, Wilander, Lendl, Kuerten, Vilas, Muster, Federer, Nastase y Agassi. Mención honorífica merecen Bruguera, Ferrero, Santana y Coria.

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