domingo, 1 de febrero de 2009

Super Bowl: siempre tener la mente abierta

“El futbol americano es un juego honesto. Basado en la vida real. Un juego que te corresponde. El futbol americano es un juego de equipo. También la vida“. Joe Namath.

A veces por negarnos a asumir ciertas cosas que consideramos foráneas, diferentes, extrañas, nuevas, nos perdemos de grandes momentos, experiencias y vivencias. A veces por querernos conformar solamente con lo que conocemos, renegamos de lo que no es para nosotros tan familiar. A veces, conciente e inconcientemente, subestimamos. El Super Bowl es más que un juego. Es, como la NFL bien lo vende una experiencia, un "happening" (un acontecimiento). El Super Tazón es el evento más importante de los Estados Unidos y es de una relevancia que va más allá del deporte. Nada, ni los Oscars, ni los Grammys, ni la Serie Mundial... ¡Nada! es más grande que el Super Bowl en los Estados Unidos.
Un partido de muchas variantes que vio a unos tercos Arizona Cardinals luchar hasta el final para caer ante unos Pittsburgh Steelers que lo dejaron todo sobre el engramado y al final prevalecieron con marcador de 27-23.
Pero más allá del partido, los "touchdowns", las intercepciones, los "pañuelos"; más allá de la acción sobre el campo de juego del estadio Raymond James, hay que destacar la magnificencia del Super Bowl. Este país se detiene ante estos 60 minutos de acción. Las familias se reúnen, los aficionados ven el juego y los que no gustan tanto del deporte miran los comerciales. Es una fiesta, eso es lo que es, una fiesta, un acontecimiento.
El Super Bowl llega en uno de los peores momentos en la historia de los Estados Unidos. Un tiempo de retos constantes, de angustias inminentes y de crisis latente. Sin embargo, el mismo Super Bowl lo motiva a uno a creer que la solución puede estar cerca. Apreciar una organización tan magna desde cerca, un esfuerzo mancomunado tan tremendo, no hace otra cosa que motivar a hacer las cosas bien, a esforzarse más cada día y a ponerle un extra a todo lo que se emprende en la vida.
Es por eso que tenemos que aceptar lo que nos es extraño y aprender a abrazarlo como si fuera nuestro. Una mente abierta permite un mundo infinito de conocimientos y hoy, esta noche, en Tampa, Florida, el Super Bowl nos enseñó un cúmulo de aspectos de la vida estadounidense.
Esta gente ama su juego con una pasión y locura comparables con lo que sienten el dominicano y el venezolano con el béisbol y el argentino y mexicano con el fútbol.
Al fin y al cabo eso es lo que somos, invitados y privilegiados de ser testigos.

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