martes, 12 de agosto de 2008

Paola, Tatiana y Phelps

“Ninguna decisión sensata se puede tomar sin considerar no sólo el mundo como es sino el mundo como será”. Isaac Asimov.

Lo vemos cada cuatro años en los Juegos Olímpicos, donde México es mucho más protagonista dentro de lo mediático que en lo deportivo, donde se ningunea al televidente difiriendo los acontecimientos a horarios donde sea más rentablemente comercialmente y colocando muchas de las veces lo cómico y lo frívolo sobre lo que realmente importante: la contienda deportiva.
Las olimpíadas es el mejor invento de la humanidad. (Reto a cualquiera a que me presente algo que sea superior.) Los juegos olímpicos son la oposición de la guerra; son la mejor demostración de que jugando se entiende la gente.
Vamos a lo negativo que hay dentro del deporte, de esos sátrapas que viven de él y no hacen nada por mejorarlo y se pasean tan cínicos campantes e impunes ante la sociedad mexicana y mundial: A Mario Vázquez Raña lo reciben presidentes, reyes, primeros ministros, jefes de Estado y de gobierno. Se fotografían con él y cuando quiere, los entrevista para su red de periódicos en México. A sus 76 años, es el dueño de los aros. Y lo peor del caso es que nadie es capaz de señalarlo, de fustigarlo y de denunciar su poca actitud democrática. Esperemos que algún día México tome los ejemplos de países de primer mundo y que forme a sus atletas como se debe, es más, España que era muy similar a México en diversas situaciones deportivas ha logrado alcances muy significativos, lo que demuestra que sí se puede lograr, pero sin "grillas" e intereses fundamentados en el bien personal de nuestros dirigentes.
No creo en el purismo olímpico. Y sí creo, en cambio, que las olimpíadas son el lugar ideal para discutir la terrible represión del Tibet y la mala administración del deporte en México, entre muchos otros asuntos. Las olimpíadas deben reflejar lo mejor del cuerpo y de la mente. Y por eso deben ser bienvenidas todas las expresiones, particularmente las de oposición y protesta, como las del Dalai Lama y las de Ana Gabriela.
Sin embargo no todo son malas noticias olímpicas y vaya que sí aspectos y atletas por resaltar: Paola Espinosa y Tatiana Ortiz, dos muchachas mexicanas, dieron una actuación impresionante y ganaron una medalla de bronce. La abanderada de la delegación mexicana y su colega hicieron izar la bandera nacional de su país en el Cubo de Agua, por primera vez desde que empezaron los JJOO de 2008.
Y qué decir de la figura de Beijing 2008: Michael Phelps.
Simplemente lo convierte en el atleta olímpico con más medallas doradas, en el más laureado. Phelps ha logrado superar lo que antes hicieron grandes atletas de sus respectivas épocas, en sus respectivos deportes. Cada uno en su momento.
Sin duda, que los Juegos Olímpicos son una cita deportiva que no debemos perdernos. Es lo mejor que tenemos la humanidad.

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