Le apuestan a no ganar

“Del infortunio a la gloria, del éxito al fracaso. Pocos acontecimientos en la vida consiguen, como el deporte, recorrer en dos horas los sentimientos de una muchedumbre”. Jorge Valdano.

El título de esta entrada se refiere a un artículo publicado en el New York Times por los autores Ori y Rom Brafman en donde ellos escriben: "En deportes, un equipo débil juega de manera agresiva, corre riesgos, toma decisiones valientes y consigue la ventaja. Sin embargo, algo cambia. Ya arriba en el marcador, el equipo tiene miedo de perder la ventaja y abandona su ataque agresivo. En lugar de enfocarse a ganar, el equipo empieza a jugar a manera de no perder. Inadvertidamente, los equipos caen presa de una fuerza psicológica llamada la aversión a perder. En pocas palabras, sentimos el dolor de una derrota con mayor intensidad que el placer asociado a una victoria. Por consiguiente, los entrenadores y jugadores se ven paralizados por el temor a perder su ventaja. Sin embargo, jugar de manera conservadora suele ser la causa de su fracaso: los equipos creativos se vuelven temerosos y protectores, dándole al equipo rival la oportunidad de igualar las cosas. Esa misma aversión a perder también está presente en el juego de la política.
El reto para cualquier líder exitoso, ya sea en los negocios, la política o los deportes, es evidente jugar para no perder. Aunque nos parece que es jugar a lo seguro, cuando dejamos que nos gane la aversión a perder le estamos entregando la victoria a un oponente que juega a ganar".
Y yo agregaría que en el futbol suele ser estar repleto de ejemplos de ello. Basta citar el partido jugado entre los más recientes finalistas del futbol mexicano, Santos Laguna en su visita al Cruz Azul.
Habría que tener más autocrítica del futbol para sí mismo, y para ejemplo de ello está la NFL donde los dueños siempre buscan generar un mejor espectáculo para los aficionados.
¿Cuándo será el día en que Joseph Blatter y la FIFA se atrevan a dejar su miedo a perder?