Extranjeros de poca o nula calidad

Cuando se trata de explicar la falta jugadores de calidad o nuevos valores para la selección mexicana se voltea a ver a los extranjeros de la liga, a los que la mayoría de las veces se les acusade ocupar los lugares que mexicanos podrían tener para desarrollarse.
Si esto es verdad, ¿cómo fue que España con una liga copada por extranjeros logró tener una de las mejores selecciones del Mundo?
Pues bien, quizá se ha 'satanizado' a los extranjeros y el problema no sea la cantidad, sino la calidad de los futbolistas importados que se desarrollan en la liga mexicana.
Pero que tal si nombramos jugadores como José Saturnino Cardozo, Alex Aguinaga o Salvador Cabañas. De inmediato se reconoce el aporte de foráneos con un fútbol por encima de la liga mexicana y que aportan y contagian clase a sus equipos y en general al nivel del balompié azteca.
Si hacemos un esfuerzo de memoria, no podremos citar más de una decena de jugadores extranjeros en el actual torneo que marquen diferencia real, sin embargo cada equipo con excepción de Chivas cuenta en su plantel con cinco, es decir como mínimo hay 85 registrados en la liga.
Si al menos el 80% de los extranjeros que juegan en México tuvieran un nivel de excelencia, la competitividad se elevaría y repecutiría en el nivel incluso de la selección mexicana.
Tantos extranjeros y de poca calidad son producto del excelente negocio que representan para directivos, agentes y entrenadores. Comprar un 'petardo' en Sudámerica, triplicarle el precio en México y repartir las ganancias entre los involucrados, es un sistema muy efectivo que se ha convertido en la condena del nivel del fútbol mexicano.