martes, 24 de noviembre de 2009

Páguenme mi boleto

El domingo pasado, el Tottenham Hotspur, que no es ninguna máquina de hacer futbol, le ganó 9-1 al Wigan en la Liga Premier, propinándole la peor derrota en su historia, y empatando el mayor número de goles anotados por un conjunto en un mismo duelo.
Sin embargo, un día después, los jugadores del Wigan comunicaron a través de su capitán Mario Melchiot, que estaban dispuestos a reembolsar el dinero de los boletos a sus aficionados que hayan hecho el viaje de Wigan a Londres, y que podían pasar por él a las taquillas del estadio en cuanto quisieran.
"No hay mucho qué decir, sólo que como un grupo de profesionales que somos estamos avergonzados de cómo actuamos".
Sinceramente, yo no recuerdo un gesto de ese tipo en ninguna liga del mundo, y si me apuran, de ningún otro deporte. Y me parece una muestra tremenda de dignidad y honestidad. Si de por sí no es fácil lidiar con una zarandeada de ese calibre, todavía ponerse a pensar en que le vas a regresar su billete a los cientos (o miles de aficionados) que se sacrificaron para verte jugar... ¡aplausos!
Me pregunto: si ésa fuera la manera de pensar y actuar en el futbol mexicano, ¿cuántos aficionados no se hubieran visto beneficiados ya ante tanta chambonada en los estadios? Los jugadores nacionales ya serían financiadores de la micro y pequeña empresa de esta nación, ja.
Mejor les pongo los goles del Tottenham, por cierto, varios bastante buenos.

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