lunes, 15 de diciembre de 2008

ToluCAMPEÓN: el mejor equipo de la última década

"Un equipo de fútbol es como un buen reloj: si se pierde una pieza todavía es bonito, pero ya no funciona igual". Ruud Gullit.


Si alguien hubiera escrito el argumento, difícilmente lo habría hecho más dramático. En un final de película, el veterano Hernán Cristante se comportó como héroe y Alejandro Vela como villano, en un duelo que será recordado durante un buen tiempo por varios factores.
es que hubo de todo: errores arbitrales que permitieron a Gerardo Torrado terminar el juego; la salida en camilla de César Villaluz luego del claro penal que no se le marcó; la agonía de los penales; las lágrimas de Vela y el éxtasis de Cristante, quien sumó su quinto cetro y es el jugador activo con más coronas.
Toluca, por supuesto, tuvo la capacidad futbolística para conquistar su novena estrella, pero también contó con el favor de esa veleidosa suerte futbolera que se tornó de un rojo intenso cuando el penal de Miguel Almazán que iba hacia afuera le pegó en la espalda a Yosgart Gutiérrez y definió el 7-6 en los penales.

Digno de resaltar el trabajo de Toluca quien ha sabido trabajar en los torneos cortos, en los cuales suma seis de sus nueve campeonatos y además bajo el mando de distintos entrenadores.
Parecía que los triunfos se acabarían con la salida del llamado Diablo Mayor, José Cardozo, y luego con el despido de Rafael Lebrija, quien se caracterizó por contratar jugadores muy rentables.
Toluca se convierte en el tercer conjunto con más títulos a nivel nacional, que no está bajo reflectores permanentes, pero aquí entra la polémica: le sobran títulos, pero le faltan aficionados para ser considerado un club con arrastre nacional.
Por su parte, Cruz Azul convirtió en el primer equipo que pierde dos finales consecutivas; sumará –si bien le va– 11 años y medio sin título; en los recientes 28 años sólo ha conseguido un campeonato (algo indigno para una escuadra que se precia de ser grande) y cayó al cuarto lugar, al ser desplazado por los propios rojos en cuanto a cetros conseguidos.
Enrique Peña Nieto recibiendo una medalla de campeón me parece patético y una falta de respeto para los futbolistas, cuerpo técnico y directivos del Toluca. Tal vez es un buen patrocinador, no lo se, pero no viene al caso mezclar deporte con política y mucho menos una celebración donde grandes jugadores querían que fuera íntima y discreta como Hernán Cristante, que mostró clase, elegancia y un festejo con sus hijas que hizo llorar hasta al más duro de los seres humanos.
Más allá de las penurias celestes y del merecido y sufrido triunfo rojo, fue un cierre brillante que nos hizo olvidar un torneo mediocre. Menos mal para cerrar el 2008.

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