miércoles, 14 de abril de 2010

Antonio Apud

A principios de la década de los noventa el fútbol mexicano sufrió un cambio positivo en el nivel de competencia. Los llamados equipos chicos, pero grandes de tradición, querían dejar atrás ese estigma y comenzaron a figurar en los primeros lugares, dejando de lado a las potencias que fueron América, Chivas, Cruz Azul y Pumas en los años ochenta. Algunos se estrenaron con títulos y otros repetían un campeonato después de muchos años. Lucían León, Puebla, Atlante; vendrían los años gloriosos de Necaxa y el posicionamiento de Santos Laguna como una escuadra digna de primera división.
Es justo el equipo de la comarca uno de los que trajeron a esta liga jugadores extranjeros de gran nivel, que a la postre se convirtieron en ídolos de la afición. Uno de ellos provenía de Argentina. Tras su paso por Atlético Tucumán, Talleres y Boca Juniors, en 1992 arribó a Torreón un melenudo medio de contención que sería pieza fundamental de la primera gran etapa memorable que se tenga memoria de Santos Laguna, Antonio Turco Apud.
Para la temporada 93-94, los laguneros, dirigidos por el chileno Pedro García, tenían en su plantel a futbolistas como Ramón Ramírez, Héctor Adomaitis, Pedro Muñoz, Daniel Guzmán, Olaf Heredia, Richard Zambrano, entre otros. En ese torneo la dupla Adomaitis-Apud se consolidó como una de las mejores de media cancha hacia adelante, al grado de ayudar a que los de Torreón llegaran a la final, quedando subcampeones contra los Tecos de Víctor Manuel Vucetich.
En la temporada 1995-1996, Apud fue vendido al Veracruz y pocos le auguraban éxito en su nueva playera, devaluada en la percepción futbolística de los aficionados. Con él, llegaron al cuadro jarocho Antonio Carlos Santos, Isaac Ayipei y Halconcito Peña como los refuerzos indicados para hacer de Veracruz un equipo protagonista. El director técnico era Aníbal Maño Ruiz y en las primeras fechas fue cesado por malos resultados, su sucesor sería el Jefe Tomás Boy.
Estas dos etapas en ambas escuadras hicieron que aún a la fecha se tenga presente al Turco Apud, un jugador que vino a derrochar calidad y talento para encumbrarse como ídolo en un periodo donde el fútbol mexicano era competitivo y daba oportunidad a que los equipos chicos figuraran. Este pequeño lapsus, previo al desastre que traerían los torneos cortos, guarda en el recuerdo a un extranjero que le dio vida, nombre y cartel a Santos y Veracruz; su nombre Antonio Apud.

No hay comentarios: