Futbol mexicano añejo

El desinterés en fuerzas básicas y en formar nuevo valores, ha sido una constante en el fútbol mexicano, situación que comienza a cobrar factura.
Los 18 equipos que toman parte en el torneo Bicentenario 2010, presenta un promedio de edad que se acerca a los 27 años, un claro ejemplo que los jugadores jóvenes son una especie en extinción.
El negocio es comprar jugadores baratos en el extranjero y venderlos caros en la liga mexicana, además que resulta mucho más económico que invertir en fuerzas menores.
Los Pumas de la UNAM, equipo que se caracterizaba en la década de los ochentas y noventas en debutar a jugadores de gran calidad, y por muchos años fue el surtidor en el balompié azteca, cuenta con una de las plantillas más veteranas con 27.5 años de edad en promedio.
El único club que continúa trabajando con los jóvenes son las Chivas de Guadalajara, su plantilla lo demuestra con el menor promedio de edad en la liga 24 años.
En contraparte, Indios y Gallos Blancos, equipos que se encuentran con problemas de descenso, son los más veteranos con un promedio de 28 años.
Lo más grave del problema es que las divisiones menores están llenas de desechos de la Primera División, situación que bloquea a los jugadores novatos. Cada día es más difícil ver debutar a futbolistas menores.
La selección mexicana es el claro ejemplo de este flagelo, todas las esperanzas de trascender en el próximo mundial, recaen en un jugador de 37 años.