lunes, 18 de enero de 2010

Futbol Ad Nauseam

Quizá es porque el mundo que nos rodea está hecho una verdadera mierda: cuando no son los zetas arrojando cabezas frente a un jardín de niños es un terremoto que borró del mapa a la capital de Haití. El caso es que para esos y otros males el futbol se ha convertido en el distractor más infalible. Qué Cinemex ni qué Prozac. No hay nada más efectivo para evadir la realidad que un balón sobre una cancha empastada. Además con la saturación de ligas y torneos que se transmiten todo el año siempre habrá una declaración del Chelís que le quite la lupa al "Gober Precioso", o la Copa América-Confederaciones-Eliminatoria-Mundial que nos haga pensar que el país no está tan jodido como parece. Jodidos los suecos con todo y su envidiable nivel de vida, que ellos no van a ir a la Copa del Mundo.
Nosotros sí y de aquí al Mundial nos van a dar de desayunar, comer y cenar futbol. Todo el día, a todas horas y en todas partes porque en la antesala de Sudáfrica están sentadas la liguilla del Torneo Bicentenario, el inicio de la Libertadores, la final de la Champions, la mugrosa Concachampions y sabrá Dios cuántos torneos más. Los suficientes, eso sí, para que los “pastores” que deciden secuestrar un avión el mismo día en que suben los impuestos o los náufragos que son rescatados justo cuando se pide un recuento de los votos puedan irse a descansar tranquilos. Con la Selección en primera plana no hay ni quien se fije en una devaluación...

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