Los Regué Boys y de nuevo mal la banca santista

“En el futbol no hay recetas que te garanticen el éxito ni hay medidas para prevenir el fracaso”. Gustavo Alfaro.

En un fin de semana repleto de partidos de futbol en la eliminatoria mundialista de Sudáfrica 2010, hubo dos derrotas significativas: la de la Selección Mexicana en Kingston, Jamaica donde estuvo presente el plusmarquista jamaiquino Usain Bolt y donde a pesar de contar con la cuenta de "europeos" los mexicanos siguen dejando que desear. Es cierto, lo importante y más en las eliminatorias es conseguir el resultado, pero la mejor manera de obtenerlo es mediante el mejor juego posible. Sin duda, México estará en el hexagonal final, en donde tendrá rivales que le complicarán mucho más que los jamaiquinos.
En cuanto a los santistas, quienes sufrieron las ausencia de 5 seleccionados: Oswaldo Sánchez, Fernando Arce, Francisco Torres, Matías Vuoso y el ecuatoriano Cristian Benítez. Asimismo el rival en turno, Pachuca también contó con la presencia de jugadores habitualmente de suplencia.
Pachuca no ofreció un gran partido pero se benefició del mal momento que sigue teniendo Santos, que juega por ratos bien y muchos más no.
Cuando menos ahora el cuerpo técnico y la joven directiva santista tienen la excusa de esos goles anulados, pero la realidad, desnuda y sin rebuscamientos, sigue mostrando que Santos no es ya el equipo de las dos campañas anteriores, con titulares o reservas.
Nuevamente es notorio la falta de calidad en el cuadro de la banca, donde esta vez incluso falló el más confiable de ellos, el portero Miguel Becerra. Es de esperar que para el año entrante se cuente con elementos que aporten más. La directiva albiverde tendrá que tener un buen trabajo en ello, de lo contrario seguirá ocurriendo lo que ahora, donde traen jugadores más por recomendación personal (entiéndase amiguismo futbolero) que por calidad futbolística.
Veremos cómo termina la campaña regular el conjunto lagunero, donde tendrá que tener un cierre digno de un campeón para tratar de refrendar su corona.